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NATURCIENCIA

Descubren que no importa a dónde vayas, a todos les gustará el aroma a vainilla

Todos los seres humanos somos únicos e irrepetibles, sin embargo, en cuestiones de gustos podemos coincidir bastante, razón por la cual somos capaces de tener buenos amigos con quienes compartimos gustos similares.

Bien lo dijo Margaret Wolfe en su texto “La belleza está en el ojo del espectador” por ahí de 1878, todos tenemos gustos distintos incluso cuando se trata de buscar una pareja, pues para lo que algunos es una persona atractiva, otras opinarán distinto.

Esto también se puede aplicar en otros tipos de gusto, por ejemplo al momento de elegir un arma. El aroma del perfume que tengas podría ser la diferencia entre conseguir una cita o no, hay quienes prefieren aromas dulces, otros más frescos y luego está aquellos que prefieren los perfumes con olor amaderados o florales.

Es precisamente el olor a flores el que se repiten en casi todas las culturas como un aroma que transmite sensaciones placenteras dependiendo del tipo, desde la lavanda que transmite paz, hasta la gardenia que es un aroma bastante elegante y noble.

Hay pocos perfumes florales que incluso pueden transmitir una sensación placentera que está relacionada con la delicia de degustar un platillo, y es ahí donde entra la vainilla, pues quienes han tenido la oportunidad de visitar un cultivo de vainilla, no solamente se deleitarán con su maravilloso aroma, seguramente también se les antoje un postrecillo.

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Pero, ¿la vainilla podría convertirse en el aroma más delicioso por excelencia en prácticamente cada rincón del mundo? Existe un estudio que lo comprueba.

 

Descubren que si te gusta o disgusta un olor, lo más probable que en una cultura lejana también tengan tus gustos

 

Ha sido la Universidad de Oxford en colaboración con el Instituto Karolinska en Estocolmo, quienes presentaron un estudio titulado y traducido al español como “ La percepción de los placeres del olor es compartido a través de las culturas”, y está disponible en el portal científico Current Biology.

El equipo de investigación tuvo como hipótesis inicial que nuestros gustos olfativos están relacionados e incluso determinados por nuestra respectiva cultura, así que si dieran a oler los mismos aromas en diferentes partes del mundo, lo natural es que los resultados varíen dramáticamente.

Se pusieron manos a la obra y eligieron 10 olores que los más variados, que van desde lo que consideraban olores deliciosos y otros bastante repugnantes, y se dispusieron a entrevistar a 235 personas de culturas bastante distintas.

En efecto, cada cultura tiene un aroma favorito diferente, pero en general todos los olores etiquetados como placenteros coincidieron con todas las culturas, al igual que los que disgustaban.

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Desde luego, uno de los aromas catalogados como deliciosos fue la vainilla, quien fue de gran agrado en todas las culturas, incluso en aquellas donde la flor no era accesible y ni siquiera era utilizado para los postres que conocemos.

La vainilla, o la 4-hidroxi-3-metoxibenzaldehído como lo conocen los científicos, es uno de los compuestos presentes en la vaina de donde procede el extracto de vainilla que se utiliza para hacer postres y perfumes.

También participó el butirato de etilo, que podemos encontrar en deliciosas frutas que puede encontrar en muchos países como el mango o la piña, razón por la cual también ha sido otro de los aromas preferidos en el mundo.

No importa si vives en un lugar donde estas frutas son difíciles de comer por el clima o el precio que representan comprarlos, este compuesto también es utilizado para productos envasados como los zumos de cítricos que llegan a todo rincón del mundo.

El linalool también dio una fuerte lucha por el favoritismo de la gente, un compuesto que se puede encontrar en una gran variedad de plantas aromáticas utilizadas para hacer perfumes como los claveles, así como otros tipos de aromatizantes como el de pino verde para los vehículos.

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El gusto por ciertos aromas también puede ser un aspecto aprendido durante nuestras etapas más tempranas

 

Quien ha tenido un bebé en el hogar seguramente ya sabrá que es importante no dejarlo solo en el suelo, especialmente en sus primeros meses de vida, cuando ya pueden estar sentados, desplazarse un poco y empieza a explorar el mundo que le rodea.

A comparación de nuestra etapa de adultez donde la mayoría de las cosas nuevas las exploramos a través de la vista y el tacto, los bebés tienden a utilizar todos sus sentidos, incluso el gusto. Así es, es la razón por la que se meten todo a la boca, incluso lo que no deben.

Algunos aromas son bastante universales que nos causan desagrado, ya sea de forma instintiva como el caso del olor de las heces fecales o un animal en estado de descomposición, hasta algunas aprendidas como identificar el olor de una fruta que está a punto de descomponerse pero aún no huele desagradable o cuando identificamos un olor relacionado con el miedo como el de algunas sustancias químicas.

Al mismo tiempo, estas pueden ser maleables como es el caso de la fruta preferida de países asiáticos como Tailandia o Singapur, hablamos del durian, un fruto que tiene un olor que muchos han identificado como una pila de basura o una cebolla descompuesta, tan fuerte que puede olerse a metros de distancia.

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Desde luego, hay quienes no podrían comerse un durian sin taparse la nariz, pero hay quienes han aprendido a encontrarle su encanto, convirtiéndose en uno de los frutos simbólicos de algunas localidades por su alto consumo.

Pero si hablamos de aromas deliciosos, sin duda los que encabezan la lista es la vainilla y el azahar, encontrando que es un aroma que deleita a muchos países independientemente de lo que coman y su cultura.

Lo interesante, es que encontraron que coincidencia de gustos podría estar ligada a nuestro éxito evolutivo. Pues tan solo veamos algunos animales que son capaces de sobrevivir gracias a algunos de sus sentidos más finos.

Encontramos desde los zorros árticos capaces de encontrar a sus presas por debajo de la tierra gracias a sus enormes orejas, y el famoso olfato de los perros que les permite entender el mundo desde una perspectiva que jamás podríamos entender.

Así mismo, el humano es capaz de identificar el peligro al momento de alimentarse a través de su sentido del olfato. Podríamos ser el resultado de toda una serie de especies de antepasados que lograron desarrollar una mente estrechamente relacionada con su olfato, aprender y transmitir ese conocimiento.

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Así es, estamos hablando de los olores desagradables que identificamos de forma irracional o por instinto puro, pudo haber sido una lección aprendida de nuestros antepasados al identificar plantas tóxicas, frutos que hacen daño luego de descomponerse.

También pudimos desarrollar el instinto nuestras heces no son algo que debamos comer debido a que no aporta nada positivo, muy al contrario de las crías de otros animales como el elefante, que se pueden alimentarse de los desechos de sus madres, o las madres de algunas aves que pueden deglutir los desechos de sus polluelos, ya que en ambos casos los desechos aún aportan muchos nutrientes.

 

Pese a las maravillas que hemos aprendido sobre nuestro olfato, sigue siendo uno de los sentimos menos desarrollados que tenemos

 

Dicho todo lo anterior, podemos decir que nuestro olfato es un instrumento de nuestro cuerpo que nos ha ayudado a sobrevivir y que es más complejo y fantástico de lo que pensamos.

Pero si debemos de nombrar el sentido más poderoso que podemos tener, podría ser la vista, con nuestra increíble capacidad de percibir colores e incluso dándoles significados muy similares a cómo lo hace el olfato, después de todo conocemos el color y aspecto de una fruta descompuesta, y enseguida activar nuestro instinto aunque no lo podamos oler.

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Sin embargo, nuestra capacidad adaptativa también es algo que debemos admirar, pues las personas que no cuentan con los sentidos de la vista y el oído, son capaces de explorar el mundo de una forma bastante única a través de sus demás sentidos.

Y es que nuestros sentidos trabajan en equipo, en las diferentes combinaciones disponibles como la vista con el olfato, el tacto con el oído, entre otros, para poder entender y darle un significado a lo que percibimos.

Eso no es todo, todos nuestros sentidos son capaces de darle un significado o identificar algo incluso cuando las señales están escondidas hasta cierto punto. Razón por la cual somos capaces de identificar diferentes ingredientes de un platillo.

Al igual que con el tacto podemos saber un objeto aunque esté envuelto en una tela, escuchar una canción a pesar de tener otros ruidos ambientales, ver en la oscuridad y otras diferentes combinaciones que nos hacen todo un regalo de la evolución.