Cada día son más los animales marinos contaminados por plásticos. El plástico es un material muy común en nuestra cultura. Prácticamente se usa como material para la fabricación de cualquier tipo de envase y está presente en multitud de productos.
El problema que tiene además el plástico es que es un material que tarda mucho tiempo en degradarse. Por lo que actualmente los residuos de plástico están causando efectos muy perjudiciales para la naturaleza. En este caso, queremos hablar de los delfines, específicamente los del Mar de Alborán, una zona del Mediterráneo con una gran biodiversidad.
Estudios realizados por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), demuestran acumulación de compuestos de plásticos en los encéfalos de los delfines del mar de Alborán. Se trata de un dato en verdad preocupante. Pues se demuestra que el plástico penetra de manera radical en los tejidos de los seres vivos.
El plástico es un material muy perjudicial para los delfines
El plástico encontrado en el cerebro de estos delfines es del tipo organofosforado. En esencia, es un plástico que se usa para extintores o retardar las llamas. Igualmente, se han encontrado muestras de bifenilos ploriclorados (PCB), así como de polibromodifenil éteres (PBDE).
Estas sustancias se han encontrado en la grasa y sangre de los delfines. Y a través de los procesos del metabolismo, han acabado llegando hasta la masa encefálica de estos animales.
Se trata de un problema grave. Según el estudio, estos plásticos pueden generar incapacidad en los delfines, tales como problemas de visión y un total desequilibrio para orientarse en el agua. El cerebro de los delfines genera una capa de material orgánico para intentar aislar estas sustancias, lo cual a su vez puede degenerar en cáncer.
Otro problema que pueden desencadenar los organofosfatos es minimizar la fertilidad de los delfines. Por tanto, no solo pone en peligro a los especímenes existentes. ¡También impide que estos tengan descendencia!
El peligroso uso de plastificantes
Los organofosfatos forman parte del grupo llamado “plastificantes”. Son materiales que se empezaron a usar en los años 60. Y durante las cuatro siguientes décadas, su uso se incrementó notablemente. Esto se debe a que empezaron a usarse como retardantes del fuego y de reacciones explosivas. Se trata de una cualidad muy útil en procesos de fabricación y de seguridad industrial.
Sin embargo, el uso masivo de los organofosfatos no tuvo en cuenta la capacidad contaminante de estas sustancias. Igualmente, ha quedado demostrado que tienen una alta tasa de toxicidad.
En un principio, estas sustancias no son dañinas para los seres vivos. Pero en la naturaleza se combinan con otros elementos y dan lugar a compuestos de propiedades tóxicas y cancerígenas.
Desde el año 2009 muchos países los han prohibido. No obstante, aún se usan en varias partes del mundo.
Serios problemas de contaminación en el Mediterráneo
Este estudio demuestra que las aguas mediterráneas se han convertido en un verdadero problema. Cada vez aparecen más agentes contaminantes que afectan la biodiversidad de este mar. Hay que decir que desde hace siglos, las costas del Mediterráneo han sido habitadas por muchas civilizaciones. Y este ecosistema empieza a resentirse notablemente por la explotación continua del hombre.
El Mediterráneo está circundado por las costas de Europa y África. Gran cantidad de países tienen puertos hacia sus litorales. Por tanto, la cantidad de desperdicios que reciben sus aguas es bastante alta. Esto no solo incluye plásticos, sino diversas sustancias y desechos que afectan a la vida marina.