Una agradable sorpresa para los fanáticos de la ciencia y el espacio tuvo lugar la madrugada del lunes 21 de enero del año en curso. Mientras cientos de personas estaban observando del eclipse, probablemente muy pocos pensaron que durante la coincidencia de los astros un objeto estelar impactaría en la Luna.
El impacto, registrado exactamente a las 04:41:38 (GMT) ocurrió en el lado visible de la Luna.
Las discusiones entre los especialistas no se hicieron esperar. Y pronto los distintos observadores empezaron a disertar sobre si el fenómeno captado por las cámaras había sido en verdad un meteorito o tan solo una ilusión óptica.
José María Madiedo, profesor titular en la Universidad de Huelva, explicó que en un comienzo, además de la hipótesis del meteorito, otras razones pudieron dar lugar a las imágenes del resplandor que se evidenciaron durante el eclipse.
Todo tipo de conjeturas
Las cámaras de alta tecnología del proyecto MIDAS (las siglas del Rey mitológico se emplean aquí para referirse al Moon Impacts and Analysis System), a cargo de Madiedo, fueron las primeras en tomar las primeras impresiones del suceso lumínico.
Madiedo argumentó entonces que el resplandor pudo ser ocasionado por el reconocimiento de rayos cósmicos por el sensor de las cámaras del MIDAS. Por ruidos de los dispositivos electrónicos que acompañan a las cámaras. O incluso por avistamientos de grandes volúmenes de basura espacial errante.
Con estas consideraciones sobre la mesa, la única forma de estar seguros de la naturaleza de la luminiscencia y de descartar los falsos positivos era tomar en cuenta las imágenes captadas desde varios telescopios. Ubicados en diferentes observatorios a lo largo de España.
¿Qué fue en verdad el resplandor blanco que las cámaras captaron durante el eclipse?
La comparación permitió determinar que el objeto que chocó contra la luz fue en realidad un meteorito. Probablemente una parte que se desprendió de un cometa.
Cuando uno de estos objetos estelares se dirige hacia la Tierra, la atmósfera funciona como una barrera natural. Que deshace poco a poco los meteoritos. Hasta que solo quedan las rocas de tamaño mediano o muy pequeño. Que son las que logran llegar hasta nuestra superficie. A veces simplemente desaparecen.
Sin embargo en la Luna, la fuerza de resistencia de la atmósfera es prácticamente nula. El astro no cuenta, como en el caso de nuestro planeta, con un escudo para detener los objetos rápidos que avanzan hacia ella.
¿Que ocurre cuando un objeto choca contra la superficie lunar?
Al desmoronarse sobre la Luna, la energía con la que viaja, al colisionar, crea un enorme resplandor blanco. El mismo resplandor que fue capturado por las cámaras, desde los observatorios ibéricos, y aún desde otras partes del mundo.
Para entender mejor por qué se produce un brillo tan intenso. Hay que considerar que estos objetos pueden mantener en el espacio exterior una velocidad de desplazamiento que puede alcanzar los 61000 kilómetros por hora.
Aclarado ya el misterio, conviene recordar que la observación de este impacto de meteorio, fue gracias a las características particulares de este eclipse. Tomó lugar durante una superluna, mientras el planeta satélite ostentaba un tono rojizo por el reflejo de los rayos solares.
¿Cuánto tiempo pasará antes de que podamos volver a presenciar este espectáculo de coincidencias estelares? No lo sabemos, pero podemos tener la certeza de que el proyecto MIDAS estará ahí para registrar toda la evidencia.